Ir al contenido principal

Entradas

Destacados

El año en el que el mundo se paró

Escribiendo esto, me recreo en todas las nocheviejas que he vivido. Donde me encontraba sumergida en aquella “excusa” que usamos esa noche desde bien pequeños. Donde estamos deseando que ocurra ese cambio de calendario, para así, auto convencernos de que un año nuevo, nos traerá una nueva vida.     Pensamos eso, porque en este acontecimiento encontramos esas fuerzas que durante doce meses anteriores, han ido desvaneciéndose. Y así, poder crear nuevas esperanzas que con urgencia necesitamos para continuar.    El año pasado, esa noche no tenía ni esperanzas, ni expectativas. No estaba en mis mejores. Y la verdad, lo mejor que pude hacer. A nada te acostumbres, para que nada en esta vida te falte. Por eso este año ha tenido una parte positiva, porque todo lo que no he buscado y me ha aportado, bienvenido ha sido.  Con ello, se ha marchado lo que no debería ni haber estado.    Lo he vivido como ese frenazo que te obligan a dar cuando vas conduciendo. De golpe y en seco porque el de delante

Entradas más recientes

Mi vida un continuo Domingo

La piamadre de la cuestión

Viviendo lo ya vivido

Tabula Rasa

Arrópame con palabras

No le debo nada al mundo

Ramé

El miedo va a cambiar de bando

Ser como quieren que seas

Importancia a lo realmente importante